miércoles, 10 de marzo de 2010

NUESTRA VISION COMO IGLESIA


Lectura Bíblica: Efesios 4 :7 – 16

El diseño que el Señor nos ha dado para la Iglesia no es caprichoso sino que cada sección del trabajo obedece a una necesidad. Por ejemplo: Templos, Grupos Celulares, Escuelitas de Niños (Kids – Teens), etc.

Es importante tener bien en claro cual es el propósito de cada uno para mantenernos funcionando, sin perder la importancia de cada uno.

Pues, nuestra meta es volcarnos a trabajar permanentemente y con mayor insistencia en tener cada vez más grupos familiares localizados en casa de familia o donde Dios provea, sin ninguna meta de propiedades que nos llenarían de preocupaciones por cuestiones sino revitalizar la visión de multiplicación promoviendo la creación y quieran trabajar para él.

Hay dos grandes divisiones en el ejercicio del Ministerio al cuerpo: El Ministerio Vertical y el Horizontal.

Dado el crecimiento de la Obra y frente a la imposibilidad de que unos pocos hagamos toda la tarea, hemos tenido que dividir un poco el trabajo, en nuestro caso, el ministerio vertical que es la predicación y ministración a toda la iglesia, es ejercida en los Templos por los pastores o líderes zonales. El Horizontal que es el ministerio de cuerpo, es decir, el seguimiento, consolidación y el velar de las vidas nuevas, es ejercido en los grupos celulares por los líderes



Funcionamiento de la Iglesia Local y Zonal


1 – Consideraciones Generales

a) La Iglesia ha experimentado un crecimiento, esto es una realidad palpable. La Iglesia, que nació en un local de la calle Rivadavia en la ciudad de Dolores y desarrolló sus primeros años de vida en aquel lugar, hoy a través del trabajo fructífero de años, se ha extendido; (la formación de obreros locales y el trabajo a través de anexos) ha dado un empuje tremendo a este crecimiento. Hoy no podemos pensar en una iglesia con el concepto de que es una dirección sino que debemos extraerla de un local para ver una iglesia extendida y diseminada por todos los ámbitos de la comarca.



b) Nos proponemos ir quitando de nosotros las ideas de iglesias localistas, (direcciones, locales, etc.) para poder ver la iglesia corporativa, la iglesia cuerpo, tal cual la describe el apóstol Pablo. Fundada en los ministerios: Apóstoles, Profetas, Pastores, Maestros y Evangelistas con un cuerpo de creyentes-discípulos que son miembros activos, no espectadores, con una cabeza Cristo.


2 – Aspectos de la Visión del Movimiento

a) Esta familia no nació como una asociación de iglesias independientes, sino como la unión de ministerios totalmente interdependientes que se dieron la “diestra de compañía” según consta en el acta constitutiva de Abril de 1960, para realizar la obra en los mismos principios de fe y práctica que había inspirado la primera cruzada al sur. Principios que hasta ahora se han mantenido.

En presencia de la realidad actual y estudiando los fundamentos de nuestra familia (M.C.y M.) nos gozamos, pues vemos que coincide exactamente con la visión de nuestros padres. Su líder solía decir “los templos son necesarios”, no son el fundamento de la obra. “Lo más importante es el obrero, el ministerio”; de lo cual extraemos que la iglesia no está fundada sobre locales, sino sobre ministerios.

b) Si lo miramos a la luz de las Escrituras vemos que este es el sistema apostólico “lo más importante es el obrero, el ministerio”. Nuestra visión es rica en inspiración para entender que Dios no quiere que nos fraccionemos para sobrevivir sino que nos unamos aún más para arremeter contra las fuerzas del enemigo.

3 – Ministerios de la Iglesia


El Ministerio de la Iglesia está compuesto por pastores y pastoras apartados para la Obra a los que se han incorporado hermanos probos de buen testimonio de trayectoria y que hayan sido fieles en sus tareas en calidad de ancianos; todos juntos desarrollan un ministerio a la Iglesia Local, es decir que su área de responsabilidad, es todo el ámbito de la ciudad y la comarca.



4 – Relativo a los ancianos – Obreros Zonales – (pastores laicos)

Los ancianos no compondrán un cuerpo legislativo, directivo no deliberativo sino que su responsabilidad será la de apoyar con todas sus fuerzas la tarea de la Iglesia en su área de trabajo, entendiendo que no están solos sino que representan un ministerio.


Además de predicar, podrán ejercer algunas otras tareas ministeriales: hacer unción de aceite, entregar niños al Señor, oficiar en sepelios, administrar las ofrendas, que se recojan en su lugar de reunión; en el caso de estar íntegramente consagrados a la obra podrán percibir los diezmos. Si trabajan materialmente remunerados, los diezmos de la hermandad deben ser entregados al ministerio. No podrán percibirlos en estos casos.

Toda actividad que trascienda el barrio debe ser informada a los Pastores de la iglesia para dar una imagen de unidad ante el mundo.

Tendrán libertad de organizar en su área de trabajo las actividades que se desarrollen dentro de la Iglesia o en el Barrio inmediato, Escuelas Dominicales, Reuniones de Jóvenes, de Damas, actividades para recaudar fondos, etc. Siempre cuidando de no crear distingos en el cuerpo de Cristo.

Los Obreros y responsables de células promoverán y alentarán la participación de los hermanos de su área en el desarrollo de las actividades, obras, metas y responsabilidades comunes a toda la iglesia, en todos los ámbitos que la componen; Templo Central, Campamentos, Congresos y otras Actividades Evangelísticas y Misioneras.

Los Obreros y responsables de centros de reunión familiares y de jóvenes, rendirán del 1 al 10 de cada mes un informe de tesorería conformando el formulario impreso al efecto y entregándolo a la oficina central del templo.



Relativo a los Diáconos

Los Diáconos son hombres y mujeres escogidos dentro de la congregación para servir a la Iglesia en asuntos espirituales y prácticos. En la Época Neotestamentaria ayudaron a los pastores en la administración de los Asuntos temporales y materiales de la Iglesia a fin de que estos tuvieran tiempo para dedicarse a la oración y al Ministerio de la Palabra. El Diácono debe vivir permanentemente bajo la dirección del Espíritu Santo, el Espíritu Santo es una persona real y la relación intima que este oficial mantenga con él definirá su actuación de todos los días (Efesios 5:28).

Lista de lo que se puede pedir a los diáconos que realicen en una congregación típica:

· Porteros

· Consejería a nuevos asistentes

· Visitaciones a enfermos o en el hogar

· Oración por la Ofrenda

· Preparar los elementos de Santa Cena

· Ayudar en la Ceremonia de Bautismo

· Supervisar el orden en el Santuario

· Informar al Pastor de las irregularidades que se observen

· Participar en la recepción de los miembros

· Orar por las familias que se le asignen

· Informar al pastor sobre personas que se ausentan

· Acompañar en los funerales


Bautismos y servicios de Santa Cena

En cuanto al Bautismo, como una buena señal y concreta reunirá y llevará a cabo en la Iglesia; es bueno que los recién nacidos perciban la impresión de una iglesia en la ciudad con diferentes lugares de reunión pero en un solo cuerpo, en cuanto a la Santa Cena se realizará todos los meses donde presidan los líderes zonales y en el Templo Zonal. Que ese día sea una verdadera fiesta, poniendo todo el empeño y dar toda la importancia que corresponde, recalcando permanentemente en nuestra área de influencia la importancia de que toda la Iglesia esté Unida.



Representación de la Iglesia


En las reuniones de pastores de la ciudad, o en otras circunstancias la Iglesia será representada por el pastor de Templo Central. Si hubiera necesidad, el pastor designará algún anciano para que lo acompañe o lo reemplace.



Discípulado

El principio fundamental para el crecimiento en el Movimiento y por ende en nuestra Iglesia es la práctica del discipulado, por lo cual es deber de todo aquel que está cumpliendo una tarea ser un verdadero discípulo y también formar y animar a otros que están a su lado a ser discípulos también.



Recordemos que somos discípulos de ministerios (no de personas) y que todos los discípulos tiempo completo o no, deben estar a disposición de todo el ministerio. También es bueno tener conciencia que nadie es completo y menos cuando se trata de formar vidas por eso tenemos en el Templo Central en Dolores reuniones de enseñanza los días martes, siendo en las demas iglesias zonales de acuerdo al día que disponga el obrero (o pastor) del lugar en el cual está trabajando; a las cuales debe asistir todo aquel que esté ministrando en todas las áreas de la Iglesia. También debe participar en las jornadas para discípulos, para líderes, Congresos de jóvenes y toda otra actividad, siendo los discípulos a tiempo completo, los que primero deben estar en las actividades.


Reuniones de Grupos Pequeños (células)


Los hermanos que componen la congregación del templo central participarán en las actividades de las Reuniones de Grupos Pequeños (células) y de jóvenes. La intención, en la medida que el Señor nos guíe, es integrar a toda la iglesia en esta actividad.



Grupos Pequeños (Células) – Su Funcionamiento

El encargado de la célula, es un hermano laico llamado líder (porque lidera) que trabaja materialmente para su propio sostén y da al Señor parte de su tiempo para cumplir su tarea al frente del Grupo Pequeño (célula).No es conveniente que se deje llamar Pastor o Siervo, etc; para no crear confusión en la hermandad que debe reconocer a los Pastores de la Iglesia a la cual pertenece y que los Grupos Pequeños (células) es solo un lugar de reunión. La hermandad pertenece a la Iglesia.

El Obrero/a Zonal debe ser un hermano o hermana de buen testimonio, 1Timoteo 3:8-13. Debe ser fiel y leal al Ministerio, debe ser fiel a sus diezmos y haber abrazado con todo su corazón los principios de la Iglesia. Dado que tiene responsabilidad sobre gente y se le confían personas, debe tener un mismo sentir y hablar una misma cosa con el resto del Ministerio. 1 Corintios 1:10. Uno de los puntos negativos del trabajo con Grupos Pequeños (célula) es que la gente tiene una tendencia a pretender que los Grupos Pequeños (célula) es “Su Iglesia” y que allí están bien y que no necesitan más, en una suerte de lealtad barrial, que obviamente no tiene nada que ver con lo espiritual. Mal hace el Líder en oír estos planteos. Dentro de esas ideas hay un espíritu de división que ha afectado muchas iglesias…

Es responsabilidad del Líder tener bien clara su ubicación y con sus palabras, hechos y conducción demostrar fehacientemente y sin lugar a la más mínima duda, que es un Grupo Pequeño (célula), dependiente totalmente de un cuerpo, no miembro de una comunidad barrial sino de la Iglesia bien integrados e identificados con ella.

El encargado de los Grupos Pequeños (célula) debe presentar mensualmente una planilla de ingresos y egresos de ofrendas, donaciones y actividades especiales, y maneja se conforme a lo establecido. Debe entregar los diezmos lo más pronto posible, no los debe retener. Debe rendir cuentas de todos los gastos.

Debe consultar al pastor ante cualquier cambio que desee realizar o cualquier actividad fuera de las establecidas.

Los Grupos Pequeños (célula) es un hermoso campo de entrenamiento para futuros pastores, un lugar de preparación para los que anhelan obispado. En cuanto a esto si el Señor llama al líder para un lugar en especial, debe hacer el discipulado tiempo completo.

El líder del Grupo Pequeño (célula) no debe procurar impactar con predicaciones de temas profundos y difíciles, las enseñanzas serán en el Templo. Su responsabilidad debe ser crecer en número y hacer seguimiento (consolidación), es el ministerio horizontal. No debe estar creando nuevas actividades que vayan en desmedro de otras. El crecimiento no es tener más actividades sino más integrantes, las actividades de los Grupos Pequeños (célula) deben ser complementarias y nunca superponerse a las de la Iglesia, reuniones de jóvenes, reuniones evangelísticas, de estudios o reuniones especiales.




La meta de las Iglesias Zonales (extensiones del Templo Central) es que la Iglesia crezca
y no que se debilite. Queremos una Iglesia fuerte, bien unida por las coyunturas, bien concertados, así alcanzaremos el Propósito de Dios.